martes, 23 de marzo de 2010

100 DIAS

Es el plazo que todo equipo de gobierno se merece antes de entrar a valorar su gestión, lo que ocurre es que normalmente esa gestión es para plazos de cuatro años, no para periodos tan cortos como el que va a afrontar en este momento el PP de Siero. No olvidemos que estamos a poco más de un año vista para las elecciones municipales y autonómicas, y que, a partir de este momento y debido sobre todo a las truculentas circunstancias que propiciaron este cambio de gobierno, las actuaciones van a ser miradas con lupa. Volviendo a lo anterior, ¿no sería más lógico hacer la proporción de días en función del tiempo que resta hasta las elecciones? En tal caso, en un mes ya podríamos iniciar la crítica, siempre constructiva.
Simplemente entraré a valorar las palabras del ahora primer edil municipal sierense plasmadas en este mismo periódico con fecha 18 de marzo, en las que afirma que “La democracia consiste en la alternancia de poder”.
Señor alcalde, no puedo estar más en desacuerdo con usted. La democracia consiste según el diccionario de la Real Academia de la Lengua en “Doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el gobierno”. Alternancia es lo que practican ustedes y el PSOE, esperando a que uno se “queme” para que el otro acceda al poder. Lo que no hay es “Alternativa”, es decir, algo distinto, diferente del resto y a lo que los ciudadanos puedan optar y que no sea “mas de lo mismo”.
Le deseo sinceramente un buen gobierno, una buena gestión en el Ayuntamiento de Siero, que usted practique una política de sentido común y dirigida a la consecución del beneficio para la inmensa mayoría de los ciudadanos de Siero, y no una práctica electoralista de su mandato, dirigida únicamente, al mantenimiento del poder.

miércoles, 17 de marzo de 2010

¿ULTIMO CAPITULO EN SIERO?

Ha tenido que pasar más de un mes para que los imperativos legales y la buena disposición de un juez a que no se continúe tomando el pelo a la ciudadanía, nos vuelvan a poner a alguien al frente de nuestro Ayuntamiento.
Poco más que decir acerca de lo sucedido, tan solo una reflexión final. La completa irresponsabilidad del PSOE sierense, y del asturiano por ende, han permitido que la alcaldía pase a manos de otro grupo político, tan legitimo como el resto, pero con una menor cantidad de votos obtenidos en las elecciones. La disidencia interna del PSOE dominada por el Soma ha echado un pulso a la Federación Socialista Asturiana y ha perdido, pero en su derrota, se han llevado consigo el gobierno del cuarto municipio asturiano para que caiga, a un año de las elecciones, la gestión municipal y los proyectos desarrollados por ellos, dispuestos a ser inaugurados por el PP de Noval.
La conclusión es bien sencilla: les importan “un pito” las consecuencias para el concejo si con ello afianzan sus propias cuotas de poder. En este caso ha sido Siero, llevamos años sufriendo la misma situación en el Gobierno de España, y habrá que ver qué situación se producirá en un futuro cercano en Asturias. Me indigna pensar que las luchas intestinas de los grandes partidos que aspiran, y de hecho lo hacen, a gobernarnos, primen sobre las necesidades básicas de los ciudadanos, no teniendo aquellos el menor pudor a la hora de bloquear el desarrollo de la democracia interna. No olvidemos que las primeras designaciones se producen en el seno de los partidos mediante procesos de selección en los que, como ha resultado evidente en Siero, no se escoge a los mejores, sino a los mas “adaptados” en el sentido freudiano del término. Primarias, listas abiertas, elección municipal directa, son conceptos que solucionarían muchos de los problemas de nuestra democracia, pero que unos “aparatos” conservadores y reaccionarios mantienen aparcados en la gran mayoría de los partidos españoles.
Esperemos que este sea el último capítulo del espectáculo político del año. Queda un año para las elecciones, pero viendo a los protagonistas uno ya no sabe que esperar.

sábado, 6 de marzo de 2010

¡HABEMUS PAPAM?

A la publicación de esta carta supongo y espero tengamos alcalde en este nuestro municipio, el cuarto de Asturias mas, como bien dice un conocido, no se nota nada.
La escasa competitividad entre los dos grandes partidos nacionales que, como no podía ser de otra manera, también lo son en Siero, nos lleva a la triste realidad de que, por primera vez en la historia de la democracia española, los gobernantes son mucho peores y están mucho menos capacitados que la propia sociedad. Esto es debido a años y años de procesos de cooptación política, en los que no los más válidos, sino los más serviles y acomodados al poder acceden a los cargos de responsabilidad, en muchos casos con escasa o nula experiencia laboral que no sea otra que la política a la que llegan en su “más tierna infancia”. El sistema claramente conservador de los partidos tradicionales, con enormes carencias de democracia interna, eleva una y otra vez a los mediocres para que estos no hagan sombra al mediocre inmediatamente superior y así sucesivamente.
De igual forma la oposición, que tan solo aspira a ser alternancia y no alternativa, se encuentra cómoda en ese puesto que le ha tocado, siendo claros y bien conocidos los casos de auténticos “perdedores profesionales” que se eternizan es sus puestos elección tras elección sin que ni su propia conciencia ni la de su partido (en la mayor parte de las veces inexistente), les haga reflexionar sobre su validez o no a la hora de continuar.
Evidentemente de esos polvos surgen estos lodos, partidos rotos, lejanos a la sociedad y ocupando páginas y páginas de la prensa con luchas intestinas totalmente ajenas a la ciudadanía. Cuando una sucesión a la alcaldía de Siero debería haber sido algo casi rutinario, nos encontramos inmersos en expulsiones de concejales, dimisiones de otros, juristas opinando día si día también en la prensa, impugnaciones de decisiones judiciales… Y la oposición mirando los toros desde la barrera, con el “corazón partió”, entre tocar poder y la incomodidad que le da quién puede hacerlo.
Poco más de un año ya para las elecciones locales y autonómicas y negro futuro le auguro a Siero hasta entonces. Los sufridores: los de siempre, la ciudadanía.