No deja de sorprenderme la enorme capacidad de la que hace gala el PSOE de Siero para hacerse oposición a sí mismo. Tras once años ininterrumpidos de alcalde y de gobierno, ahora se vienen arriba llenándose la boca con la participación ciudadana.
Recientemente, han puesto en circulación un documento con el que pretenden consultar a los vecinos del concejo acerca de los diferentes aspectos tanto de la gestión pasada, como de la futura, así como de sus propuestas e inquietudes con vistas a las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Han tenido once años para hacerlo, pero no se han preocupado más que de ejercer el poder a cualquier precio y, las más de las veces, sin ni siquiera ser capaces de ganar las elecciones. Sinceramente, no puedo dejar de pensar que no se trata más que de propaganda electoral encubierta. ¡Pronto empezamos la campaña, y con que derroche de medios!
Ahora es cuando se dan cuenta de que realmente los vecinos pintamos algo en esto de la democracia, que no debería consistir solamente en votar cada cuatro años, sino en participar, proponer y, por parte de los políticos escuchar. Tampoco caeré en el populismo de afirmar que los ciudadanos siempre tenemos razón en nuestras peticiones y solicitudes, pero sí en que, al menos, tenemos derecho a plantearlas y a que se nos rebatan o discutan con acierto y rigor.
Día a día, los políticos al uso, que ya no son la solución sino que forman parte del problema, nos demuestran que hacen con nosotros tal y como reza aquel viejo proverbio ruso: «hay quien pasa por un bosque y sólo ve leña para la hoguera».
Recientemente, han puesto en circulación un documento con el que pretenden consultar a los vecinos del concejo acerca de los diferentes aspectos tanto de la gestión pasada, como de la futura, así como de sus propuestas e inquietudes con vistas a las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Han tenido once años para hacerlo, pero no se han preocupado más que de ejercer el poder a cualquier precio y, las más de las veces, sin ni siquiera ser capaces de ganar las elecciones. Sinceramente, no puedo dejar de pensar que no se trata más que de propaganda electoral encubierta. ¡Pronto empezamos la campaña, y con que derroche de medios!
Ahora es cuando se dan cuenta de que realmente los vecinos pintamos algo en esto de la democracia, que no debería consistir solamente en votar cada cuatro años, sino en participar, proponer y, por parte de los políticos escuchar. Tampoco caeré en el populismo de afirmar que los ciudadanos siempre tenemos razón en nuestras peticiones y solicitudes, pero sí en que, al menos, tenemos derecho a plantearlas y a que se nos rebatan o discutan con acierto y rigor.
Día a día, los políticos al uso, que ya no son la solución sino que forman parte del problema, nos demuestran que hacen con nosotros tal y como reza aquel viejo proverbio ruso: «hay quien pasa por un bosque y sólo ve leña para la hoguera».
