La política es algo que no debe ser tomado a la ligera y, pocas veces lo es. Desafortunadamente, lo que si es tomado a la ligera son las actuaciones de los políticos y las consecuencias de estas para los ciudadanos en general que, los hemos elegido para el buen gobierno y la mejor gestión de los intereses comunes. Cuando esto no es así, la noble… si noble tarea de la política se ve transformada en algo molesto, inútil y alejado de la realidad.
Siero, el cuarto concejo en población de nuestra comunidad autónoma, lleva sufriendo en gran medida no tanto la mediocridad a la que ha llegado la política local, sino el despropósito de la misma. Alcaldes gobernando sin ser la lista mas votada, cuando así es, no son capaces de terminar su mandato por oscuros motivos, porque nadie a estas alturas se cree que el anterior regidor municipal abandonó el bastón de mando de “motu propio”, sino que “fue dimitido” desde altas instancias de su partido debido a la incomodidad de su persona amen de la desastrosa gestión ejercida a lo largo de mas de diez años. Su sucesor, que tampoco en este caso consiguió ganar las últimas elecciones, mantiene una línea de gobierno oscura y sin equipo.
A todo esto, partidos localistas e incluso alguno de ellos claramente independentistas, apoyan en mayor o menor medida la gestión municipal, siendo estos útiles solo cuando son necesarios. El caso de Lugones es un claro ejemplo de ello. Cuando era imprescindible para apuntalar el gobierno fue capaz de obtener beneficios y, hasta cierto punto privilegios para su localidad. La Fresneda en los cuatro años anteriores ha sido un caso similar. Pero no nos llamemos a engaño, si el panorama político cambia de forma radical en los próximos comicios y no son necesarios para aupar a una u otra formación al gobierno, dejaran de ser necesarios y de “pintar” algo en la política sierense con el consiguiente no ya tanto perjuicio, sino hasta cierto punto engaño a sus votantes que confiaron en una opción que no aporta utilidad mas que en circunstancias muy especiales y concretas.
Frente a todo este desbarajuste Unión Progreso y Democracia ofrece algo distinto en la política actual, algo necesario y algo que es capaz de demostrar día a día: que no necesita gobernar para cambiar las cosas, que desde posiciones minoritarias pero bien definidas se aporta un valor añadido a la política que ningún partido está en condiciones de poner en práctica. La concepción de Siero como una nueva ciudad, la articulación de la misma en un área central de Asturias que cada vez cobra mas importancia, la introducción de nuevos parámetros de transparencia en la gestión de lo público, el tan manido control de gasto que ahora pretenden poner en práctica partidos que hasta hace bien poco aprobaron proyectos como el del nuevo auditorio poleso o la reforma de la plaza de abastos, ambos edificios emblemáticos que no tienen a día de hoy, un futuro claro. Despilfarro, que no gasto, en equipamientos urbanos para premiar o pagar apoyos electorales a los ya mencionados partidos localistas, fomentando la desigualdad entre los propios ciudadanos del municipio, y así podríamos seguir “hasta el infinito y mas allá.
Unión Progreso y Democracia representa el voto más útil posible en el Concejo de Siero, porque nadie está dispuesto a cambiar el statu quo de la política si no es desde las firmes convicciones de una formación política nueva y sin ataduras como es Unión Progreso y Democracia.
