sábado, 30 de marzo de 2013

De corruptos, transfugas y sonrisas


No sé si  lo más indicado será ponerme a escribir sobre temas tan manidos, hablados y escritos últimamente como la corrupción o el transfuguismo. Pasamos más tiempo con ellos que con nuestra familia y, amén del futbol, que hoy por hoy es indesbancable, es el tema central de nuestras conversaciones.
Prefiero indignarme con las sonrisas. Me produce una gran desazón ver una y otra vez a nuestros representantes políticos sonriendo en situaciones que, para ellos pueden ser de alegría o disfrute, pero que entiendo faltan al respeto a los millones de personas que están pasando por situaciones de extrema gravedad y auténticos dramas personales y vitales.
No sé si eran mejores gobernantes, la verdad es que no supieron lidiar con una situación compleja que nos llevó a un desastre nacional, pero echo de menos la austeridad y el gesto adusto de personajes como Azaña, Gil Robles o el mismo Besteiro que aunque cordial y humano nadie tuteaba.
Hoy por hoy, cualquier pelamangos de nuestra política diaria sale manteado por sus adláteres a la salida de un pleno municipal, o nos ilumina con una sonrisa artificial en alguno de los mítines televisivo-semanales de esta infinita campaña electoral en la que  vivimos.
Solo pido un poco de respeto y mas austeridad, no ya económica, que de esta somos legión los que la exigimos, sino moral y de gestos. Por favor, que alguien explique a nuestros representantes la importancia del lenguaje no verbal, hay millones de personas en nuestro país que no tienen nada, ni siquiera nada de lo que reírse.