Aunque se perfectamente que la traducción del título del famoso tema de
Los Rolling no es lo que parece, prefiero pensar que si lo es y utilizarlo para
tratar de expresar lo complicado de la situación y de mis impresiones acerca de
los hechos acontecidos la semana pasada en Andalucía en los que Sánchez
Gordillo, Alcalde y diputado de IU asaltó un supermercado al frente de un
nutrido grupo de seguidores.
No me extenderé aquí en relatar algo por todos ya sobradamente conocido,
sino en entender, o al menos intentarlo, lo enormemente complejo de la
situación y la, a mi juicio, ya no tanto desesperación, como verdadera
indignación e incluso hasta asco que a muchos de nosotros nos produce asistir
día a día a los recortes y ajustes del gobierno sobre los más débiles a la par
que continúan inyectando ingentes cantidades de dinero en bancos y cajas de
ahorros en las que “directivos” (si eso es dirigir que baje Dios y lo vea) se
van para casa con indemnizaciones y jubilaciones escandalosas. Por otra parte,
el gobierno continúa sin ser capaz de adelgazar una clase política que percibe
unos emolumentos completamente alejados de la realidad mientras el salario
mínimo interprofesional es una autentica ridiculez. Comparto la idea de reducir
el número de representantes en las instituciones siempre que se modifique la
ley electoral y se garantice la igualdad de la representatividad del voto,
sino, estaríamos cayendo en la dictadura del bipartidismo. Pero antes que todo
eso todavía queda mucho por hacer y hay mucho de donde recortar.
Arremeter contra las grandes cadenas de distribución alimentaria que
permiten, ya que son parte interesada, que los productos de los agricultores
multipliquen hasta por veinte su precio, condenándolos a salarios de hambre
entiendo que puede que no sea la solución, pero también entiendo, y como, la
impotencia e indignación de quien lo sufre.
Aun no se si compartir lo sucedido pero en mi fuero interno no puedo mas
que sentir “Simpatia por el diablo”.