Utilizo el título de esta conocida película fantástica para tratar de ilustrar el día a día de nuestro municipio y por ende de nuestro alcalde.
Llegar al poder sin desearlo ni estar anímicamente preparado para ello, no puede producir mas que situaciones como las que sufrimos en el municipio de Siero. Inactividad casi total en las instituciones tan solo paliada por la continua presencia en medios de un concejal que, hasta hace unos meses estaba poco menos que desaparecido. Ahora, día si día también nos honra con su presencia en los papeles, haciéndose cargo de casi todo lo que es menester en el ayuntamiento, amen de la grandiosa movilidad de la que hace gala, recorriendo cientos y cientos de kilómetros todos los meses.
Siero es un municipio que no ha hecho la transición de pueblo a ciudad, pasar holgadamente de 50.000 habitantes nos obliga a ello, pero para eso es preciso que nuestros dirigentes lo asuman de inmediato, creyéndose la realidad del concejo con su ubicación central, con núcleos de población poblados pero dispersos, con unidades de viviendas que son poco mas que ciudades dormitorio, etc.…
La vida política y municipal no puede ni debe seguir girando alrededor de la capital polesa que, sin perder ni su importancia ni su calidad de capital municipal, debe ser desde ya el aglutinante de la transformación de Siero en lo que todos queremos que sea, un lugar para vivir en el más amplio sentido de la palabra.
Llegar al poder sin desearlo ni estar anímicamente preparado para ello, no puede producir mas que situaciones como las que sufrimos en el municipio de Siero. Inactividad casi total en las instituciones tan solo paliada por la continua presencia en medios de un concejal que, hasta hace unos meses estaba poco menos que desaparecido. Ahora, día si día también nos honra con su presencia en los papeles, haciéndose cargo de casi todo lo que es menester en el ayuntamiento, amen de la grandiosa movilidad de la que hace gala, recorriendo cientos y cientos de kilómetros todos los meses.
Siero es un municipio que no ha hecho la transición de pueblo a ciudad, pasar holgadamente de 50.000 habitantes nos obliga a ello, pero para eso es preciso que nuestros dirigentes lo asuman de inmediato, creyéndose la realidad del concejo con su ubicación central, con núcleos de población poblados pero dispersos, con unidades de viviendas que son poco mas que ciudades dormitorio, etc.…
La vida política y municipal no puede ni debe seguir girando alrededor de la capital polesa que, sin perder ni su importancia ni su calidad de capital municipal, debe ser desde ya el aglutinante de la transformación de Siero en lo que todos queremos que sea, un lugar para vivir en el más amplio sentido de la palabra.
