Como si de un trabajo normal se tratara, así algunos de nuestros dirigentes creen que se puede ejercer la representación de los ciudadanos en las instituciones.
Puedo entender que nuestro alcalde no esté en el sitio que quiere en el momento que desea, ya que es vox populi que no estaba muy por la labor de tomar el bastón de mando en el momento en que le tocó hacerlo, con o sin mermelada de por medio.
El último pleno municipal celebrado en nuestro ayuntamiento el pasado 25 de noviembre se cerró con una actuación por parte de nuestro regidor municipal, que se puede calificar al menos de sorprendente. Así, mostraba su enfado por lo prolongado de la sesión plenaria, afirmando que los asuntos a tratar deberían haberse despachado en la mitad del tiempo y tratando por todos los medios que los grupos políticos representados “aligerasen” su turno de ruegos y preguntas para finalizar cuanto antes.
¡Como si el ejercicio de la democracia pudiera tasarse temporalmente! Eso es lo que, aparentemente, cree nuestro alcalde a tenor de los últimos hechos acaecidos en el lugar mas sagrado de la democracia de nuestro concejo: el Salón de Plenos Municipal.
Me parece un enorme acierto el hecho de retransmitir por Internet los plenos municipales y ojalá que los ciudadanos los sigan con el interés que se merecen, ya que de esta forma podemos todos ver y calibrar de primera mano como se ejerce tanto la autoridad como la representación municipal, y mas de uno llegará a la misma conclusión a la que he llegado yo: “El hecho de presentarse a unas elecciones no convierte a las personas y a los partidos en demócratas”.
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